Ernesto Valverde optó de inicio por poblar el centro del campo usando el 4-4-2 ante un rival que alternaba juego directo con jugadas por bandas bien trenzadas con jugadores como Inui y Orellana que eran un incordio para un Barcelona que le gusta que sus laterales se prolonguen en ataque. El partido estaba siendo igualado hasta que Messi se inventa un pase entrelíneas que solo vio el y el vecino del séptimo del edificio de al lado para ponerle un balón que no exento de calidad Suarez regatea con el cuerpo al portero y bate a Dimitrovic haciendo el 0-1 en el minuto 15. Orellana tuvo la oportunidad de empatar el partido pero estrelló su disparo en el palo pudiendo empatar el encuentro.
En el minuto 37 Messi fue el que esta vez mandó un balón al palo pudiendo poner el 0-2 pero finalmente se llegó al descanso con 0-1.
En el segundo tiempo el Éibar subió la intensidad siendo más agresivo a la hora de recuperar balón, situación que acabó desquiciando al conjunto vasco ya que el colegiado Hernández permitía poco el contacto, situación que también terminó desquiciando al bueno de Mendilibar que terminó siendo expulsado.
Cuando mejor estaba el Éibar en el minuto 66 no se le ocurre otra cosa al chileno Orellana de mostrar su enfado dándole un puñetazo al balón teniendo amarilla, situación que estando el arbitro a escasos metros se gano la segunda amarilla dejando a un Éibar con diez. Pese a esta circunstancia el Éibar siguió dando la cara ante un Barcelona que se limitaba a intentar defender con balón la ventaja adquirida en el primer tiempo.
La tranquilidad azulgrana y la puntilla llegó en el minuto 88 cuando Messi se adentra en el área sin ser capaz de batir a Dimitrovic llegando el rechace a Jordi Alba que había seguido la jugada mandando el balón a la red por el único hueco que había, tiro más complicado de lo que parece, y más ejecutado por su pierna menos hábil como es la derecha.
Al final 0-2 en un partido donde el Barcelona ganó la posesión 46-54 pero donde el Éibar fue capaz de tirar más 12-8 , sacó más saques de esquina 6-0, demostrando el gran partido que hizo ante el líder pudiéndose ir todos los jugadores con la cabeza bien alta como así le reconoció la afición.
El Fc Barcelona ha ganado en una difícil plaza consiguiendo una victoria muy importante. Ahora la pelota está en el tejado del Wanda Metropolitano donde el Atlético de Madrid deberá ganarle esta tarde al Athletic para reducir la ventaja actual de diez puntos.
Cuando mejor estaba el Éibar en el minuto 66 no se le ocurre otra cosa al chileno Orellana de mostrar su enfado dándole un puñetazo al balón teniendo amarilla, situación que estando el arbitro a escasos metros se gano la segunda amarilla dejando a un Éibar con diez. Pese a esta circunstancia el Éibar siguió dando la cara ante un Barcelona que se limitaba a intentar defender con balón la ventaja adquirida en el primer tiempo.
La tranquilidad azulgrana y la puntilla llegó en el minuto 88 cuando Messi se adentra en el área sin ser capaz de batir a Dimitrovic llegando el rechace a Jordi Alba que había seguido la jugada mandando el balón a la red por el único hueco que había, tiro más complicado de lo que parece, y más ejecutado por su pierna menos hábil como es la derecha.
Al final 0-2 en un partido donde el Barcelona ganó la posesión 46-54 pero donde el Éibar fue capaz de tirar más 12-8 , sacó más saques de esquina 6-0, demostrando el gran partido que hizo ante el líder pudiéndose ir todos los jugadores con la cabeza bien alta como así le reconoció la afición.
El Fc Barcelona ha ganado en una difícil plaza consiguiendo una victoria muy importante. Ahora la pelota está en el tejado del Wanda Metropolitano donde el Atlético de Madrid deberá ganarle esta tarde al Athletic para reducir la ventaja actual de diez puntos.
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