Leyendo la noticia de que el presidente del Marbella Alexander Grinberg va a fichar antes a un entrenador que a un Director Deportivo me hace reflexionar y escribir por tanto sobre la importancia que tiene un Director Deportivo en el fútbol moderno.
La figura del Director Deportivo es vital para un proyecto a medio o largo plazo. Es la persona que debe tomar decisiones con total libertad y confianza para confeccionar y establecer la seguridad del proyecto futbolísticamente hablando.
El no tener esta figura en el organigrama de un club puede tener repercusiones serias para la entidad las cuales voy a intentar explicar de la mejor forma posible.
El entrenador buscará jugadores de su confianza para intentar hacer su trabajo de la mejor manera. Si los resultados son positivos no debe haber problema en ello, pero ¿ Qué pasaría si lo resultados no salen y termina siendo cesado? Aquí llegaría el problema, ya que los jugadores que han sido traídos por este técnico o trabajado con el no van a rendir igual con un entrenador que no han tenido nunca creando inestabilidad en el vestuario. Experiencia que por otro lado ya tuvo Grinberg con el cese de Nafti en la temporada 2016/17 cuando el equipo estaba en una situación privilegiada terminando la temporada como terminó entre otras cosas por la disconformidad de la plantilla del cese del entrenador tunecino.
El Director Deportivo es el que debe dar equilibrio entre lo estrictamente deportivo y lo administrativo. Si no existe ese equilibrio, esa figura, se va a perder mucha información por el camino ya que la comunicación por ambas partas es vital para dar continuidad en el proyecto.
Otro de los grandes problemas que hay es que la toma de decisiones no la toma un experto en lo deportivo, sino un presidente que por norma general no entiende lo suficiente y puede meter la pata. Es el efecto que llamo de "cachondeo" cuando estoy con amigos como el efecto "Pc Fútbol" donde cualquiera se siente capaz de manejar un club desde las finanzas hasta el terreno de juego.
Está la posibilidad de que el entrenador sea también el Director Deportivo. Algo que nunca ha terminado de convencerme por el simple hecho de que cuatro ojos ven más que dos. También es un riesgo importante en lo económico ya que los contratos en estos casos suelen ser de más de un año (Normalmente tres años, el número de años ideal de un proyecto deportivo) y luego si la cosa no va bien y necesitas cesarlo puede ser un palo gordo en lo económico ya que tanto por años de contratos como por ficha que es más alta habría que pagar más de finiquito.
Como conclusión saco que el carro no puede ir delante de lo bueyes pero que tanto carro como Bueyes son necesarios entendiendo como carro al entrenador y bueyes como Director Deportivo.
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