miércoles, 18 de julio de 2018

ÉRASE UNA VEZ...UNA FEDERACIÓN.

Autor: Fernando Aisa.
Prácticamente ha estado ahí desde siempre y los que tienen menos de 40 años no han conocido otro presidente de la RFEF que no haya sido Ángel María Villar, que lejos quedan ya aquellas noches en las que él, en otro tiempo, rey de las noches radiofónicas deportivas de este país, José María García, llamaba “Pablo, Pablito, Pablete” al por entonces presidente de la Federación, Pablo Porta desaparecido hace ya algunos años.
Ángel María Villar. Ex Presidente RFEF 
El señor Villar dirigió la Federación Española e hizo y deshizo a su antojo durante casi 30 años, algo que para mí es una verdadera locura, ya seas un dirigente ejemplar como si no lo eres, como al final se ha demostrado en este caso, estar 30 años al frente de cualquier organismo, deportivo o no, me parece una barbaridad, el poder corrompe, pero en este caso es casi normal si me apuras, este hombre pensó que la RFEF era parte de su casa.
Pero llego el día en que el señor Villar se marchó, o mejor podríamos decir “lo marcharon” se dio una vuelta por Soto del Real, debido a que tenía la manita algo larga, algo muy normal en este país por otra parte y todo parecía indicar que la época del yo mando y ordeno en el fútbol español se había acabado, pero ¿puede ser que esto no sea así?
Vientos de cambio parecían haber llegado a nuestro deporte rey y tras unas elecciones el señor Luis Manuel Rubiales se hacía con la presidencia al derrotar al interino señor Larrea, candidato este de la corriente continuista del señor Villar, hasta aquí todo normal.
Pero es como si los recién llegados tengan que hacer los méritos rápido para que se les tengan en cuenta, parece ser que las decisiones calmadas, meditadas, consensuadas y razonadas no son posibles para “el novato” y este tiene que demostrar a todos que está ahí por esos grandes méritos propios y además demostrarlo rápido con decisiones, a veces, drásticas y, sobre todo, traumáticas.
Y para mi gusto eso le está ocurriendo al señor Rubiales, creo que está algo acelerado, no creo que haya meditado lo suficiente y sus dos grandes decisiones hasta el momento no son acertadas, aunque repito esto es mi opinión y seguramente esté equivocado.
Lopetegui, ex seleccionador nacional y Luis Rubiales, Presidente de la RFEF 
La primera de estas decisiones fue la de cesar al seleccionador nacional Julen Lopetegui por haber firmado este un contrato con el Real Madrid unos días antes de comenzar nuestra participación en el mundial de Rusia y lo hace dos días antes de arrancar nuestra participación el día 15 de junio frente a Portugal, evidentemente Julen se haría cargo del equipo madridista una vez finalizada nuestra participación en dicho torneo, pero eso no contó.
Creo, y repito que es mi opinión y que seguramente estaré equivocado, que de haber tenido mayor experiencia, Rubiales hubiese aguantado al seleccionador que nos había llevado hasta ese mundial además jugando realmente bien al fútbol, solo debemos recordar partidos magníficos ante Argentina en el Wanda Metropolitano (6-1) o aquel partido ante Alemania en Düsseldorf  donde empatamos a uno pero hicimos una segunda parte soberbia, todo esto sin contar que nuestra fase de clasificación para este mundial al que nos referimos fue fantástica con un solo empate ante Italia en Turín y a la que barrimos del campo en una maravillosa actuación de nuestro equipo en el Bernabéu por 3-0 con un Isco Alarcón majestuoso.
Pues ese presidente más pausado que yo reclamo, de tener que actuar, lo habría hecho tras finalizar nuestra participación en el mundial, nunca antes.
Y digo lo de tener que actuar porque ni es el primer seleccionador que firma por un club antes o durante una competición de selecciones nacionales ni por supuesto será el último, además nosotros tenemos a uno muy fresquito en la memoria, y no es otro que Luis Aragonés con el ganamos la Euro del año 2008 en Austria y Suiza y el “Zapatones”, como era conocido aquel magnifico entrenador, no es que firmase unos días antes de comenzar dicha competición sino que lo hizo antes de una semifinal ante Rusia a la que entonces si derrotamos además por tres tantos a cero, en la primera fase también los barrimos del campo ya que estaban en nuestro mismo grupo, en este caso por cuatro goles a uno, luego vendría la final ante Alemania y aquel gol de Torres.
Luis firmo justo antes de aquella semifinal por el Fenerbahce y no pasó nada, ni se quemaron estadios ni se habló de traición ni a Luis se le machaco, evidentemente el Fenerbahce no es el Real Madrid parece que dependiendo de por quién firmes es más o menos grave el tema, y además de eso luego Aragonés gano esa Eurocopa y puso la primera piedra de lo que después sería uno de los mejores equipos de todos los tiempos, aunque Luis ya apuntaba cosas con la selección que llevo al mundial de Alemania en el año 2006 en el que caímos ante Francia en octavos.
No es el único, hay muchos casos, Louis Val Gaal, por ejemplo, lo hizo con Holanda en 2014, en el mundial de Brasil, siendo seleccionador firmó por el Manchester United y se anunció días antes de comenzar el evento, solo recordaros que esa Holanda nos metió cinco en nuestro debut en aquel mundial. También os recuerdo que esa selección dirigida por un entrenador “Traidor por tener firmado un contrato con otro club” fue semifinalista de ese torneo donde cayó por penaltis ante Argentina y gano el tercer puesto a la anfitriona, Brasil.
Kubala firmo por el Barcelona tres días antes de comenzar la Euro del año 1980 disputada en Italia y dirigió a España en ese torneo, no ganamos ni un encuentro en aquella Euro, derrotas ante Inglaterra y Bélgica y empate ante Italia, consecuentemente últimos de grupo y para casa.
Os podría dar más nombres, pero creo que no hace falta ¿verdad?
Luis Enrique, actual Seleccionador Nacional.
Y la segunda decisión que me chirría del bueno de Rubiales es la del nombramiento del nuevo seleccionador, algo que desde mi punto de vista debe ser una de las decisiones más consensuadas del cargo. ¿Y consensuadas por quién?, pues creo que, por jugadores y afición, esos dos pilares son importantes para que una selección funcione bien y creo que en este caso fallan algunos de esos pilares.
Luis Enrique que ya como jugador levantaba pasiones y no todas favorables, como entrenador es una auténtica bomba de relojería, su carácter hace que dar una simple alineación sea todo un asunto de estado con él y me parece que no todos los jugadores que pueden visitar ese vestuario en el futuro están en total sintonía con él y con su forma de trabajar, algo que no va a ayudar a que en ese vestuario sea un lugar donde se pueda convivir con tranquilidad.
Luis Enrique, en el Barcelona, después de ganar 9 títulos entre los que se cuenta el triplete del 2015 no termino como debería en aquel club, no se terminó de llevar bien con los pesos pesados de la plantilla y eso para una selección nacional donde los torneos son cortos, un mes como mucho, no es una buena noticia. No lo es porque en pocos días todo debe funcionar a la perfección si quieres llegar al objetivo, cualquier cosa que no esté en su sitio se nota más de lo normal y el equipo lo sufre mucho más al no poder camuflarlo con el tiempo.
En su trayectoria como entrenador salvando los tres años en el primer equipo azulgrana donde ganó títulos importantes debido a su buena labor como entrenador, qué duda cabe, pero también a una plantilla casi irrepetible a su disposición, no ha conseguido dejar huella, en Italia donde entreno a la Roma y fue cesado cuando aún le quedaba una temporada de contrato, se habló en su momento de problemas en el vestuario con Pjanić y con el gran Totti, falta de mano izquierda del míster que intento un pulso con un jugador idolatrado por los tifosi, y sobre todo, mal rendimiento deportivo del equipo bajo su dirección, tampoco guardan un buen recuerdo de él.
Sigo diciendo que seguramente estaré equivocado en estas apreciaciones, ojalá y me equivoque, pero en la selección no necesitamos a un tipo borde y mal encarado no necesitamos a un señor que te perdona la vida cada vez que le preguntas sobre fútbol, si algún club lo quiere es su decisión y serán sus socios quienes lo aguanten, pero no en el equipo de todos, en España hemos sido Campeones del Mundo y de Europa con el tipo más educado del mundo en el banquillo.
De todas maneras y después de contaros todo esto solo le puedo desear a Luis Enrique toda la suerte del mundo, porque su suerte será la del fútbol español.



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