Ambiente espectacular el que había antes del comienzo del encuentro con un Sánchez Pizjuán volcado con su equipo animando desde bastante antes del partido y cantando un himno que se le ponía los pelos de punta a cualquiera. Sin embargo el equipo no salió igual de enchufada que la afición y en el minuto 2 tras un saque de esquina botado por Coutinho es peinado en el primer palo y Firmino en el segundo remata solo a placer al fondo de las mallas. Muy mal se le ponía el partido al Sevilla jugando con quien jugaba. El Sevilla buscó el empate y en el minuto 18 lo tuvo con una gran jugada de Nolito que tras un bello recorte dispara desviando lo justo el portero del Liverpool Karius para que acabara en el palo y no terminara entrando. Dos minutos después Ben Yedder se queda mano a mano con el portero y el balón se le escapa por centímetros. el partido estaba bastante loco en ese momento con dos defensas muy por debajo del nivel de las delanteras en la noche de hoy. Tras fallar dos ocasiones clarísimas el Sevilla de empatar el encuentro, Firmino se queda solo delante de Rico y éste haciendo una gran parada logra desviar el balón a saque de esquina. Corría el minuto 22, de nuevo Coutinho botaba el corner, es peinado en el primer palo y esta vez Mané hacía el 0-2 solo en el segundo palo. Nadie se creía que el Liverpool se había puesto 0-2 con dos jugadas calcadas, cosa que por otra parte no se puede permitir un equipo de la categoría del Sevilla.
El Sevilla seguía buscando el gol como el boxeador que está medio noqueado y lanza golpes sin ton ni son aprovechando el Liverpool una contra perfecta donde Mané se marcha en velocidad, dispara Sergio Rico logra despejar como puede y Firmino llegando desde atrás acompañando la jugada hace el 0-3 en el minuto 30 de partido. Con este resultado se llegaría al descanso con una sonora pitada del respetable interpretando de que hoy el Sevilla no había salido a jugar todavía un partido de tal dimensión.
Al inicio del segundo tiempo Berizzo deja en la caseta a N´zonzi para sacar al "mudo" Vázquez. Este cambio unido a un cambio de actitud considerable propiciado por la charla de Berizzo en el vestuario hizo que se viera un Sevilla totalmente diferente en el segundo tiempo. El Sevilla salió a comerse a un Liverpool que esperaba agazapado en su campo su oportunidad a la contra, cosa también peligrosa porque el equipo británico ha demostrado durante toda la temporada que defender no es su fuerte. En el minuto 50 el Sevilla provoca una falta inocente lateral, la cual fue rematada por Ben Yedder en el primer palo para hacer el 1-3 y provocar una reacción en la grada y en el equipo pensando que todavía había tiempo para hacer una gesta. Diez minutos después otra jugada absurda de la defensa del Liverpool es aprovechada por Ben Yedder para recuperar el balón y que le hicieran un inocente penalti que él mismo transformó poniendo el partido 2-3 quedando media hora de partido todavía. Los más de 3000 hinchas del Liverpool que fueron a Sevilla no se podían creer lo que estaban viendo.
Ya en tiempo de descuento en otro saque de esquina esta vez a favor del Sevilla llegaría la locura, la épica la hazaña, la gesta del gol del empate con un balón que le queda muerta a Pizarro rematando como pudo al fondo de las mallas. Al final 3-3 que deja al Sevilla muy cerca de los Octavos de final. Un punto le valdría en la última jornada frente al Maribor en Eslovenia para conseguir el ansiado pase.
Partido increíble el que he podido vivir hoy donde una vez más el fútbol me hace sentir cosas inexplicables que nada ni nadie me puede dar. ¡¡¡VIVA EL FÚTBOL !!!
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