El primer mundial que recuerdo bien, donde ya tenía 9 añitos es el de Italia 90. En aquel Mundial ganado por Alemania me impresionó mucho el nivel de la selección de Camerún. Una Camerún que cautivó el corazón del fútbol internacional por llegar a los Cuartos de final donde vendió cara su derrota ante Inglaterra por 3-2 en la prórroga. En aquel mundial Camerún llegó a derrotar a Argentina, finalista luego de la competición, Rumanía o en Octavos de final a Colombia.
En esa selección jugaba un delantero llamado Roger Milla que me cautivó. Milla llegó al Mundial de Italia con 38 años. En aquella época era difícil seguir fútbol internacional porque no hay los medios de ahora, siendo los mundiales una buena oportunidad para conocer a jugadores del resto del mundo. Milla que salía en los partidos desde el banquillo como revulsivo marcó dos goles en los últimos minutos para que su selección derrotara a Rumania por 2-1 y conseguir a falta de una jornada en la fase de grupos el pase a los Octavos de final.
En Octavos de final dos goles suyos también en los últimos minutos sirvieron para eliminar a la Colombia de Valderrama o del portero peculiar René Higuita que saltó a la fama por su forma arriesgada de ver el fútbol donde creó paradas como la del Escorpión.
Roger Milla con 42 años fue convocado para el mundial de Estados Unidos en 1994. Su selección cayó en primera ronda pero Milla logró hacer un gol ante Rusia siendo hasta el momento el jugador más longevo en la historia de los mundiales en marcar un gol.
Con su selección alcanzó sus mayores éxitos consiguiendo dos Copa África en los años 1984 y 1988 y disputar tres mundiales, Los ya mencionados de Italia y Estados Unidos y el de España 1982.
Su trayectoria en clubes la hizo principalmente en Francia. Allí jugó en equipos como Bastia, Saint Étienne, Valenciennes o Mónaco a caballo entre Ligue1 y Ligue2. Su mayor éxito de clubes fueron dos copas francesa ganadas de forma consecutiva con el Mónaco y Bastia en los años 1980 y 1981.
A pesar de sus más de 400 goles en su carrera entre los tres países donde jugó, Camerún, Francia e Indonesia donde se retiró, Roger Milla será recordado para la historia por ese mundial de Italia. Una actuación que sirvió para demostrar al mundo de que no hay limites, pudiendo alcanzar metas aparentemente inalcanzables con actitud, humildad, dedicación y sobre todo con esa alegría que transmitía cada vez que marcaba un gol bailando en el banderín de córner.
Roger Milla es un jugador que lo vi jugar muy poco, pero lo más llamativo de él es que haya pasado casi 28 años de la primera vez que lo vi jugar y me marcara tanto, consiguiendo en aquel mundial que después de España, Camerún fuera mi selección.
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